viernes, 24 de febrero de 2012

Voulezbar, ahora también Patisserie

Pegadito a su lugarcito original, Voulezbar apostó a más y abrió su propia Patisserie.
Alcanza con pararse frente a su vidriera para darse cuenta que en esa heladera hay SÓLO cosas ricas.

Mini cakes, budines, tarteletas, yogurt casero, alfajorcitos, medialunas, macarons ¡y todo lo que tu paladar goloso pueda imaginar!

Sus tés de Tealosophy y detalles chics que me encantan que aparezcan :) Como las llavecitas y corazoncitos que cuelgan del infusor, colador, saquito de metal o simplemente “ese cosito para poner hebras” (sepan entender que entré en conflicto al momento de querer escribir esto).

Destacado por CUISINE&VINS 2011 como la mejor Patisserie, no se queda sólo con eso, porque también podés comer sándwiches y ensaladas.

Un lugarcito que ya tiene su sello en un barrio, donde la competencia todavía no se le anima. Para pasar una linda tarde en un ambiente tranquilo y agradable.

Podés disfrutarlo ahí o llevarte a tu casa lo que quieras. Y si tenés algún evento, te ayudan con la mesa dulce.

Cerviño 3812
Voulezbar patisserie en Facebook

viernes, 10 de febrero de 2012

El Clú, para algo más que un tercer tiempo

Este rico lugarcito tiene algo particular, no da a la calle, está adentro de “El Clú”.

Un complejo de canchas de tenis en el barrio de Saavedra, que desde sus grandes ventanales o el deck exterior, se pueden ver los courts.

Con ambientación fuera de lo común para los clubes de barrio, así como la calidad de sus materias primas, hace la diferencia.

Famoso por su carta, diseñada por el chef Pablo Massey tienta ir a conocerlo.

Su espíritu: platos bien simples, como los de cualquier club, pero de calidad.

Tienen cosas como pastas, milanesas, woks, sándwiches y ensaladas.

En Galván 3920.
elclu.com

viernes, 3 de febrero de 2012

Porota, cocina de herencia

En Porota, nunca tan bien puesto el término de “lugarcito”, porque eso es lo que es: un pequeño y rico lugarcito.
En un espacio cálido, lleno de detalles de decoración de los que ya conocemos, son los que generan un lindo clima e invitan a que te quedes.

Con aires retro, pero en un modelo gastronómico súper actual, Porota tiene su cocina abierta para que chusmeen el detrás de escena.

Menú del día, tortas y sugerencias en pizarras de tiza. ¿Los platos? Tartas, ensaladas y sándwiches (veggie, salmón, pollo, etc).

Imposible no prestarle atención a su pastelería, en medio de libros de cocina y un teléfono negro antiguo, está expuesta en una mesada de madera. Y todo, pero todo, ¡tienta!

¿Sus precios? Nada fuera de lo normal.

Eso sí, tenés que encontrar lugar porque adentro tiene sólo 4 mesas.

¡Aunque!... si el clima ayuda, las mesitas en la vereda no están nada mal.

Gorriti 5881
www.porota.com
flickr